Un año sin Muay Thai

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Hace ya un año que dejé el Muay Thai después de llevarme un golpe bastante más fuerte de lo debido. Es uno de esos momentos en los que te das cuenta de que, no yendo a combatir profesionalmente, es preferible mantener la forma física de otra forma aunque no sea tan divertida [1] y a cambio mantener todas tus costillas en su sitio y de una sola pieza. No negaré, sin embargo, que a veces lo echo de menos. Fueron tres años de thai casi a diario, y se nota. Boxeo, rallys, jumping, paracaidismo... Todo son actividades que producen un incremento brutal de los niveles de adrenalina en el cuerpo, disparando la producción de dopamina, y el cerebro se vuelve adicto [2].

Por eso, y dado que este año no he hecho ninguna lista de propósitos de año nuevo (hábil yo, así no me costará cumplir la lista entera), he decidido marcarme alguno. En el gimnasio de mi barrio hay un saco de boxeo. Y yo tengo todavía mis guantes, aquellos que me regalaron por cumpleaños porque con los que empecé ya estaban que se caían a cachos. Pretendo dejarme caer por el gimnasio cada sábado por la tarde a dedicar una hora o una hora y media a guantear el saco, hacer series y entrenar un poco para que no se me olvide lo que aprendí en estos tres años y para recuperar algo de agilidad, pegada y reflejos.

¿Y este post a santo de qué viene? El motivo no es otro que el de poder postear este vídeo, que me encontré hace unos cuantos días por la red, y que no sé a alguien que no se haya enfundado nunca unos guantes lo que le parecerá, pero a mí me puso la carne de gallina y me pareció emocionante, inspirador y tremendamente motivante.


[1] Porque reconozcámoslo, no es igual de divertido hacer bicicleta estática que guantear y atizar algún codazo (todo muy respetuosa y deportivamente hablando, eso sí) que otro, pero qué le vamos a hacer.

[2] Afortunadamente, en ese tiempo no me llevé ningún gople que, además de adicto, me dejase tonto. Aunque con un ojo morado volví a casa en más de una ocasión.

3 comentarios :

Finn dijo...

Vi el video cuando lo pusieron por Facebook y la verdad que me entró ganas de ir al garaje y darle unas ostias al saco.

Es buen propósito de año nuevo.

Saludos

Cattz dijo...

Ya sabes lo que opino, prefiero un novio que no se queje si yo (1'65 de altura, por favor) le doy un abrazo a uno que ande por h o por B medio fuera combate cada vez que nos vemos XD

Interloper dijo...

Finn: A mi es lo que me ha animado a volver a cogerme los guantes e ir a atizarle un rato al saco... Y hoy de momento ha ido guay, aunque no he estado mucho tiempo.

Cattz: Desde luego, qué rara eres... Mira que preferir a alguien que disfrute abrazándose contigo en vez de sufriendo por los moratones y fisuras... Curiosamente, a mí me pasa lo mismo. Me gusta mucho más disfrutar de los abrazos que estar dolorido y no poder recibirlos ni darlos...