Los toros: mi opinión (por Cattz)

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Hoy tenemos post invitado de la mano de Cattz. Hace un tiempo escribí una entrada para su blog, y en esta ocasión es ella quien hace una visita por estas tierras. Aquí lo tenéis:


He tardado unos cuantos días en decidirme a expresar mi opinión en forma de post aunque eso no significa que no haya ido discutiendo sobre el tema por ahí. Feisbuk, twitter, uno de mis foros favoritos... en todos ellos he ido cogiendo a cada rato una postura diferente: unas a favor de la prohibición, otras en contra, pero siempre dejando claro que a mí ni me gustan ni jamás apoyaré las corridas de toros.

El problema trata sobre la prohibición.

Yo no entiendo la belleza de las faenas; no veo la gracia en los pases, la maestría en el uso del estoque, la nobleza del animal cubierto de sangre enfrentándose a la muerte vestida de colorines... Yo veo a un bicho tremendo cubierto de sangre al que le clavan cosas durante horas, sufriendo, fallándole el equilibrio y las patas e intentando sobrevivir de la única forma que ve: matando el bicho que tiene delante que le hace daño. Pero tampoco le veo la gracia a gran cantidad de arte contemporáneo, me aburro como una ostra cuando voy al Museo Reina Sofía y pego cabezadas delante del Quijote. Sé que no soy una entendida en arte porque cuando me explicaron el Palacio de Carlos V en el recinto de la Alhambra... fue entonces cuando pude comprenderlo y ver su belleza. Aunque me siga pareciendo un mamotreto donde está, entiendo su magnificencia.

He leído sobre faenas de José Tomás de hombres a los que respeto (y mucho) por su inteligencia y cultura. Y aunque entendiera una palabra de cada tres notaba el sentimiento, la pasión y la belleza que él había contemplado donde yo sólo veía cosas feas. Exactamente lo mismo que me pasa delante de los cuadros de Picasso.

Considerándome una persona de izquierdas opino que con la tauromaquia se debería acabar con educación, con empatía. Críar a los niños para que aquello no les atraiga intentando respetar a los que no piensan como nosotros. Puedo dar mi opinión pero no pretendo imponerla siempre porque además soy bastante contradictoria: estoy en contra de la pena de muerte y del ojo por ojo, pero si mataran a alguien que quiero sé que buscaría venganza como una loca. Mi parte racional y mi parte pasional no siempre están de acuerdo en sus opiniones, entiendo que al padre al que han matado a una hija intente linchar a su asesino, pero me parece borreguil que el resto del pueblo lo intente también. Si no es tu dolor tienes que intentar mantener la lógica de la sociedad civilizada donde querríamos vivir.

Así que la lógica me dice que estando, como estoy, a favor del aborto es incongruente que apoye una ley que prohibe matar toros. Porque yo comprendo que haya personas que consideren a los fetos de unas semanas seres humanos pero considero que no por ello deben elegir por mí. Y de hecho no creo que yo abortara si me quedara embarazada pero apoyo y respeto a las mujeres que se ven obligadas a tomar una decisión de esa envergadura. A las gilipollas irresponsables que simplemente son idiotas me las sacan de ese grupo, por favor, a ésas (y a sus parejas) habría que esterilizarlas; el aborto es algo serio, no un método anticonceptivo si falla la "marcha atrás" o la simple inteligencia.

Como decía, si quiero que respeten mi libertad de decidir si puedo tener y educar a un niño o no, considero que debo respetar el que alguien vaya a contemplar una belleza que yo no concibo en una plaza de toros. No puedo estar en misa y repicando, no puedo abogar por la libertad de la mujer y restringir la de los demás. Pero puedo educar a una futura generación que ya no quiera ir a esas plazas, a una futura generación que prácticamente no tenga que considerar el aborto como una opción porque no se hayan quedado embarazados sin querer.

2 comentarios :

Er-Murazor dijo...

Jooooo, con lo que cuesta que escribas en tu casa, y te descuelgas con esta pedazo de entrada aquí...

Yo estoy básicamente de acuerdo contigo, ya lo dije ase Efe. No estoy a favor de la tauromaquia, pero menos me gusta que prohiban cosas. La solución es educar y que la "fiesta" desaparezca por sí sola.

Pétalo dijo...

Yo realmente no me he parado a pensar en la prohibición en sí, porque, no sé, yo considero que en el modelo de estado que tenemos, las prohibiciones son y han sido el pan nuestro de cada día. Que sería mucho más bonito y más efectivo si fuera algo que naciera del pueblo y no de una prohibición? Pues si, pero la tauromaquia es algo que está moviendo muchísimo dinero y que no se va a permitir que muera así como así. Igual que se les puede enseñar en el cole que matar está mal, si en casa lo que le enseñan es que es un arte...habría que esperar años.
Para mi es una cuestión de prioridades, para mi es más grave que los animales mueran en un espectaculo, incluso solo que se haga espectaculos con ellos, que el que alguien se sienta atacado o aburrido porque se lo prohiben y era su hobbie. En mi balanza pesa más la vida que la sensación de prohibición.
El aborto no es matar para divertirte. Si cuando vas a abortar el medico se lo pasara pipa y la gente pagara entradas por verlo y luego le dieran una prima al médico por pasearse con una oreja del bebé, entonces sí, pero el aborto es algo serio, se supone que es una medida que nadie toma a la ligera, y que si lo haces es porque realmente es tú unica opción.
Lo que no es lógico, es que tú a perro no le puedas hacer daño, porque está penado por la ley, pero luego, legalmente, se acribille a otro animal, porque como no te da la patita ni mueve el rabo cuando te ve, da menos pena
Me parece un gran paso, ya más adelante nos plantearemos "como hacíamos esa salvajada?", y nadie pensará "oh, como añoro los tiempos en los que rajabamos bichos por diversión".
Y dejad de escribir sobre este tema, porque os voy a llenar los blogs!!!