The Irish Experience 2009 Vol. I: "Heuston, tenemos un problema"

  • 2
Allá por julio de 2009 tuve que ir a Cork (Irlanda) a presentar en el congreso PRIME2009 el primero de mis papers. Durante los cinco días de estancia por tierras irlandesas escribí en Facebook, al igual que hace poco hice aquí con el viaje a Portugal, las cosas que me iban sucediendo en aquellos días. Como ahora ha llegado el mes de agosto y no me apetece una mierda escribir pero no quiero dejar el blog totalmente de lado tenéis más tiempo para ir leyendo cositas, he decidido recuperar esas entradas, revisarlas y publicarlas por aquí también. Bienvenidos pues a The Irish Experience 2009.



Por fin en el hotel, con ropa de estar por casa, con internet (de pago, qué remedio) y lo más importante... en Cork. Que parecía que el momento no iba a llegar. Señores, el viaje a Irlanda ha sido toda una experiencia. Lo de Ulises, en comparación, ¡una mierda!

Todo estaba planeado a la perfección para que nada saliese mal. Murphy, como te quiero. El scheduling era el siguiente:

- El avión llega a Dublin a las 17h15. Entre recoger el equipaje, encontrar la salida del aeropuerto (suelen ser fáciles de localizar, con vistas a la calle) y alguna cosa más digamos que nos ponemos en las 17h40. A esa hora, cojo un taxi a Heuston Station, la estación de trenes.
- A las 18h00 sale un tren desde Dublin con destino Cork, que cojo. Llego a la ciudad en la que tengo el congreso a las 20h45.
- Encuentro el hotel, que está casi al lado de la estación, y a las 21h estoy ya acomodado. A ser posible, me voy a explorar los alrededores en busca de pubs, y por qué no, cenar algo en alguno de ellos.

Parece fácil, ¿verdad? Bien, empecemos...

El vuelo, plagado de chavales de 16 y 17 años camino a unas vacaciones "para aprender inglés" (¡y una mierda!) en plan de intercambio, se ha retrasado. Al parecer, en vez del caso típico en el que a un pasajero le falta el equipaje, esta vez las maletas estaban en su sitio... Pero no así el dueño. Total, que con o sin maletas, con o sin propietario, hemos despegado rumbo a la isla de la Guiness con media hora de retraso.

Ya en el aeropuerto, he visto cómo me daban las seis en punto en la cola del mostrador de información. Total, habiendo recogido mis maletas a menos cinco, al tren de las seis ya no llegaba ni de coña... Al menos, habría tiempo para coger el de las siete... Pero no "acontezcamos adelantamientos". Como ya no tenía tanta prisa, me he diho "Pues oye, vayamos en autobús." He descubierto que había una línea directa hasta Heuston, y tras pagar los seis euros que costaba (y después de haberme comprado un libro nuevo en una tienda del aeropuerto, que el que llevaba para el congreso entero me lo he terminado en el avión) una amable muchacha que trabajaba para la empresa de transportes de Dublin me informa de que, en efecto, faltaban quince minutos para que saliese el autobús. Que a todo esto, ya eran las seis y cuarto.

Pausa para unas operaciones matemáticas sencillas:

Seis y cuarto de la tarde + quince minutos hasta que salga el bus + treinta minutos de autobús hasta la estación de tren...

¡Efectivamente! Iba a llegar a la estación a las siete en punto, justo la hora a la que salía el tren.

"Seamos positivos", me he dicho a mi mismo... Total, sale un tren cada hora. Si por lo que sea no llego al de las siete (iluso de mí, todavía pensaba que el autobús podía tardar menos de lo que decían los carteles), ya cogeré el de las ocho...

Así que esta ha sido una de mis primeras imágenes de Dublin...


Mientras leía a Antony Beevor, las calles de Dublin (fresquito, en torno a 15-20 grados, nada comparado con el calor abrasador de Madrid) iban pasando, acercándome a la estación... Donde ha empezado el festival. El Último Superviviente lloraría como una nenaza.


Ahí la tenéis, la entrada a Heuston Station. Las siete y cinco cuando he entrado por la puerta, así que ya no me daba tiempo para pillar el tren... ¿O si? Había un tren que salía a las siete y diez. ¡Vaya! ¡Hoy es mi dia de suerte! Me acerco al puesto de información para preguntar dónde podía conseguir los billetes para Cork. El tipo del mostrador me ha explicado que, si corría, todavía llegaría a tiempo para coger el que estaba a punto de salir. Claro, que también me dice que en caso de que escoja esa alternativa, el billete me puede salir por en torno a sesenta euros...

O_o

... y que la otra opción es acercarme a uno de los puntos de acceso a internet de la estación, conectarme (pagando), y reservar el billete para luego sacarlo en la máquina que hay... Justo en frente. De ese modo, el billete me costará 20 euros. Los irlandeses están locos. Pero bueno, hacen buena cerveza, habrá que quererles. Me voy a la máquina, veo que la tasa mínima es un euro, y tras pagar (dos, porque no llevaba suelto), comienzo el proceso de reserva on-line.

Es entonces cuando descubro que lo de "un tren cada hora" funciona muy bien... Excepto a las ocho de la tarde, que no hay. Cojonudo, me toca esperar hasta las nueve. Por si acaso, vuelvo al mostrador de información y vuelvo a preguntar, solo para confirmar mis temores. Pero bueno, a lo hecho, pecho. Me voy para allá y comienzo a registrarme para poder comprar mi billete. Al ir a dar mi e-mail de alta, la conexión en la máquina se cae. No, no me he quedado sin dinero, aún tengo para diez minutos mas. Es simplemente que internet en la máquina no funciona. Página no encontrada.

Pero bueno, tengo un portátil, no pasa nada. Después de otra visita al del mostrador (que me empieza a mirar raro), confirmo que hay conexión wi-fi (wai-fai, que le llaman aquí) gratuita, y que puedo hacer el proceso desde mi equipo. Ya, y una leche. El equipo no se me conecta, y la única red abierta a la que puedo acceder es de pago. En ese momento, a punto de entrar en ira (y se me ocurren muchos chistes sobre esas tres letras y este país, peeeeeero...), recuerdo que en un alarde de inspiración me he traido el cable del móvil para el portátil. Finalmente, he podido conectarme a internet a través del 3G del teléfono (no quiero saber lo que me van a cobrar por esos 5 minutos que he tardado en reservar el billete), y hacer la compra.

Feliz por mi triunfo, apago el portatil, veo que son las siete y media pasadas, y me voy a la máquina de billetes a sacar mi flamante billete a Cork recién comprado. Ya, y una co(r)ck. La máquina no me lee la tarjeta de crédito. Lo vuelvo a intentar, mismo resultado. Maldigo en castellano, y lo vuelvo a intentar. No funciona. Maldigo en inglés, y voy a por el cuarto intento. Idéntico resultado. Maldigo en todo lo que se me ocurre (y alguna cosilla de mi propia cosecha) y me vuelvo a ir al mostrador de información:

"No te vas a creer lo que me ha pasado..."

El tio, amable (qué remedio), me manda a las taquillas, donde con mi número de reserva (menos mal que me ha dado por apuntarlo), puedo pedir el billete. Cuando voy allí, veo que puedo hacerlo sin problema. Si las taquillas estuviesen abiertas, claro, pero no hay ninguna así. Encuentro a un tio de la estación que me pregunta si me puede ayudaren algo, a lo que estoy a punto de decirle "Pues si me da una pistola y tres cargadores, me haría muy feliz ahora mismo", pero me agunato las ganas y decido que lo mejor es explicarle la situación. Me lleva otra vez al monitor de información, y el de allí me mira con cara de "¡Te voy a poner en Cork de una patada en el culo!", pero en vez de eso me explica que las taquillas abren más tarde, que me tome un té (estos ingleses, cómo son...) y vaya endespués. Al final, ya a las ocho y veinte (y después de que un pobre me pidiese pasta explicándome que no tenía manera de llegar a no-se-donde, a lo que casi le respondo que yo estaba en las mismas), he conseguido llegar a la taquilla, recoger mi billete, y con él, subirme al tren...


Dos horas y tres cuartos después, a las 23h45, he conseguido llegar a mi destino, hacer el check-in en el hotel, conectarme a internet, y narraros todo esto... Y ahora, en vistas de las horas que son, mucho me temo que no puedo entrar en más detalles, porque mañana me toca madrugar, y asistir al primer día de PRIME2009.

Espero poder contaros más cositas sobre estos días. ¡Pero que no sean tan ajetreadas como lo de hoy! Aunque quien sabe... De momento, me espera un paseo a pata desde el hotel hasta la universidad donde se celebra, y veinte minutos andando dan para mucho.

See you, guys!!

2 comentarios :

Yamane dijo...

Muchacho, ¡qué odisea! A mí me habrían dado varios ataques de nervios, así, uno tras otro.

Interloper dijo...

A mí me faltó el canto de un duro para darme la vuelta y volver por donde había venido... xD