Símbolos

  • 2
Los símbolos nos definen. Son la representación física de conceptos abstractos y reflejan nuestra forma de ser en la medida en que nos sentimos representados por ellos. De entre todos los símbolos existentes, hay uno que siempre me ha gustado mucho: la estatua que hay junto a la salida del metro de Ciudad Universitaria.


La estatua representa el espíritu de la universidad y de la educación. El hombre exhausto que entrega la llama del conocimiento a un nuevo relevista con fuerzas de sobra para seguir adelante, para hacer avanzar y crecer ese conocimiento y abrir nuevas fronteras. Es el desarrollo, la educación, el progreso. Es un símbolo perfecto para la universidad.

Pero notas que algo falla cuando, día tras día, al bajar del metro en Ciudad Universitaria, te encuentras con una estatua cada vez más maltratada y deteriorada, que últimamente presentaba este aspecto:


Imbéciles, niñatos descerebrados que se dedican, borrachos como cubas los sábados por la noche de botellón, a pintarrajear y estropear un símbolo como ese, demostrando la poca idea y el poco respeto que tienen hacia un símbolo así. Probablemente la tarde de resaca siguiente la pasen en su casa viendo Sálvame o Gran Hermano 24 horas.

Pero ya el colmo es lo que ha sucedido este fin de semana, cuando un grupo de gentuza se dedicó a subirse a la estatua hasta conseguir dejarla tal y como ha amanecido esta mañana:


Rodeada por un cordón de seguridad, con la antorcha arrancada por algún energúmeno mientras el resto de felices gilipollas aplaudían, grababan el acto de vandalismo con el móvil y hasta le tiraban cosas a la estatua (el vídeo se puede ver aquí). Mi conclusión es que lo que ha sucedido es otro símbolo más, que refleja a la perfección lo que está sucediendo en este país. A traves de reformas educativas a cada cual más lamentable que la anterior, a base de una oferta educativo/cultural cada vez más limitada y cara y mediante una sociedad cada vez más embrutecida este país está logrando convertir a sus jóvenes en un rebaño de borregos, zopencos y vagos a los que además se les da una palmadita de ánimo en la espalda. Y mientras tanto, con la otra mano, a los trabajadores, aplicados, ilusionados y emprendedores se les señala con malos modales la puerta de salida, la que lleva a Inglaterra, Francia y Alemania.

Sintonicemos La Noria y riámosle las gracias a Belén Esteban, icono y símbolo de esta nueva España.

[Fuente original de las dos primeras fotos, aquí]

2 comentarios :

MasterJ dijo...

Dos ostias bien dadas...
Por cierto, me estoy poniendo cachondo con el vídeo de Intereconomía en la web que enlazas.

Interloper dijo...

Si sabía yo que te iba a gustar el vídeo de Intereconomía... xD

Y sí, coincido en lo de las dos ostias. O una temporada en la mili, que tampoco les vendría mal.