Entrevistas traducidas

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Hoy Biónica ha publicado en el twitter una más que interesante entrevista a un importante geobiólogo español, un precursor en una ciencia que, por las reveladoras respuestas que ofrece al entrevistador, parece situarse a un nivel similar al de otras milenarias ciencias como el Feng Shui, la Piramidología, la Coprofagia, las Power Balance o la Frenología.

Reafirmándome en mi compromiso con la sociedad del conocimiento y la divulgación científica, y dada mi experiencia amateur en el mundo de los subtítulos y las traducciones me ofrezco aquí voluntarioso a realizar un subtitulado de los datos de intrínseca notación y profundo rigor científico ofrecidos por el profesor M.B. [1] de modo que cualquier persona de la calle pueda desentrañar el místico significado de sus palabras.

Tengo 50 años. Nací y vivo en Benicarló. Soy experto en geobiología, cultivo ecológico y biohabitabilidad. Vivo en pareja y tengo un hijo de 11 años. ¿Política? El bienestar de la gente. ¿Dios? Somos parte de la luz universal: cada día me siento más espiritual.
Tengo 50 años. Nací y vivo en Benicarló. Tengo un chiringuito montado y un huertecito donde planto maría con unos colegas. Vivo en pareja y tengo un hijo de 11 años. Me gano la vida sacándole los cuartos a la gente a base de vender palabrería. Cada día encuentro más ilusos que pican. 
¿Qué hace un experto en geobiología?
Estudio la influencia de las radiaciones terrestres sobre los tejidos vivos, sobre la salud humana.
Le echo más morro de la mayoría de la gente a la hora de contar bulos, y con esto de las antenas he encontrado un filón.

¿A qué radiaciones terrestres se refiere?
A las procedentes de venas subterráneas de agua, fallas geológicas, grietas, subsuelos graníticos, campos geomagnéticos… Y las artificiales: tuberías, tendidos eléctricos…
A cualquier cosa. ¿El planeta? Radiación. ¿Tu móvil? Radiación. ¿La cafetera de tu casa? Radiación. ¿Un menú doble whopper con patatas deluxe y bebida grande con juguetito de regalo? Oh, tío, eso sí que es radiación.

¿Todo eso influye en mi organismo?
¡Por supuesto! Y más intensamente en niños y personas hipersensibles.
¡Por supuesto! Sobre todo en gente por quien estás dispuesto a dejarte mucho más dinero por su seguridad, como tus hijos. ¿Tu hijo tiene móvil? Ven que te hago un presupuesto...

¿De qué clase de influencia se trata?
De ionizaciones, alteraciones del bioelectromagnetismo natural de nuestras células.
Pues hombre, eso depende de si nos has contratado o no. Si es que sí, de una corriente de dinero que se desplaza desde el polo positivo (tu bolsillo) hacia el negativo (mi cuenta en las Islas Caimán)

¿Bioelectromagnetismo?
Las células intercambian cargas eléctricas. El flujo de electrones hace que tu cuerpo tenga magnetismo. Igual que el planeta Tierra, que es un gran electroimán. Con sus dos polos, norte y sur.
El magnetismo terrestre nos influye, sobre todo en las horas del sueño. Atentos: dormir con el cuerpo alineado con el magnetismo terrestre favorece el descanso. Cabeza orientada hacia el norte, pies hacia el sur: es la orientación más relajante, ¡descansarás mejor!
¿A que mola el palabro? ¡Es súper científico! Incluye "bio-", "-electro-" y "-magnetismo". Estuve buscando la manera de añadir "cuántico" y "tradicional chino" en el nombre, pero ya me quedaba algo demasiado largo y preferí no forzar demasiado, no fuese a ser que alguien fuese a olerse la chamusquina y me cerrasen el negocio.
La idea la saqué viendo un episodio de The Big Bang Theory, y pensé que sería gracioso ver a la gente usando la brújula antes de irse a dormir. Así que me puse a ello, y parece que la cosa funciona.

¿Y si duermo en otras orientaciones?
Dormir con la cabeza hacia el este favorece un despertar revitalizado.
En realidad, no pasaría nada.

¿Y con la cabeza hacia el sur?
Despertarás tenso, nervioso.
Tampoco.

¿Y hacia el oeste?
Debilita, desvitaliza, deprime. Lo saludable: situar la cabecera entre el norte y el este.
Tampoco. ¿A que mola que piensen que sí?

¿Tiene argumentos científicos?
Las células son como pequeñas brújulas y se repolarizan y reparan: facilitar el proceso refuerza tu salud. ¡Tu dormitorio es la verdadera cámara de tu salud! No la perturbes.
El aliento de mi gato huele a comida de gato. [2]

¿Y qué es lo más perturbador?
Luces (la oscuridad activa la melatonina, hormona activadora de la reparación celular) temperatura alta, ruidos… y campos electromagnéticos (naturales o artificiales): inhiben la producción de melatonina.
Dejarte la luz de la habitación encendida, que el camión de la basura esté pasando por tu calle a las cuatro de la mañana, esos puñeteros mosquitos trompeteros que primero te pican y luego se pasan la noche entera revoloteando alrededor de tu oreja con ese sonidito de "Ññññññiiiiiiiiiiii..." Son súper molestos, ¿verdad?

¿Qué campos son naturales?
Las corrientes de agua subterránea: las moléculas del agua en movimiento, en fricción con el subsuelo, generan un campo electromagnético. Dormir sobre ese punto geopatógeno perturba tu regeneración celular.
Los campos de trigo, los campos de cebada, los campos de fútbol, el campo-santo, Campo-Frío, Al-Campo, Cruz-Campo... ¡Los hay a patadas!

¿Hasta qué extremo?
Hasta enfermar. ¡Cualquier radiación electromagnética intensa inhibe la glándula pineal y deja de segregar melatonina! Y eso ocho horas por noche, noche tras noche, impide a las células repararse debidamente: padecerás dolores de cabeza, dolencias articulares, disfunciones orgánicas, depresión del sistema inmunitario… A largo plazo, eso puede derivar en patologías neurodegenerativas, leucemias, tumores…
Hasta enfermar. ¿Alguna vez has probado a beberte seis litros seguidos de Cruzcampo y luego hincharte a jamon york? Yo lo hice una vez y después me fui a dormir. Esos campos debieron de ser malísimos, porque a la mañana siguiente tenía unos dolores de cabeza tremendos, me dolía hasta respirar, tuve el estómago disfuncional durante dos días y el domingo encima tenía una depresión de caballo porque con el pedo llamé a mi ex y tuve nuevas broncas con ella. En serio, no puede ser bueno, te lo digo yo.

¡Dígame qué puntos son geopatógenos!
Esos en que se superpone una falla terrestre, una vena de agua y una línea Hartmann (corrientes electromagnéticas que recorren toda la superficie terrestre, en retícula).
Son todos aquellos lugares donde te puedes encontrar seriamente influenciado por los campos de los que he estado hablando hasta ahora. Baretos, discotecas, Seven-Eleven y el Opencor.

¿Cómo detectar esos puntos?
Los zahoríes lo hacían con varas de avellano o péndulos. Hoy tenemos detectores electrónicos que captan los flujos de radiación. Y hay poderosas perturbaciones que son muy obvias, las artificiales: ¡evítalas!
Hasta hace poco los bares y discotecas eran fácilmente localizables porque eran aquellos locales en los que, al asomarte dentro, no veías más allá de dos palmos de tus narices por la cantidad de humo de tabaco que se concentraba dentro. Ahora en cambio puedes detectarlos de lejos por algunos indicios sutiles que todo buen investigador reconocerá sin duda.

¿Cuáles?
Torres de alta tensión, transformadores, cables eléctricos, electrodomésticos conectados a la red eléctrica, radiaciones de alta frecuencia, de telefonía móvil, inalámbricas… ¡Evita eso en tus noches o enfermarás!
Un reguero de colillas de cigarro por el suelo que se va haciendo más intenso a medida que te acercas, y un montón de fumadores en la puerta apurando su tabaco, que ahora dentro de los bares ya no pueden hacerlo. Los Seven-Eleven, por su parte, los verás porque tienen las luces encendidas y a un montón de borrachos comiendo comida recalentada en la puerta.

Tengo un despertador eléctrico.
Cámbialo por uno de pilas, o aléjalo de tu cuerpo. Los cables eléctricos, lo más lejos posible de tu cabeza.
Cámbialo por uno de pilas, porque como todo el mundo sabe, las pilas no generan electricidad, sino chocolate. El chocolate es mucho más sano para el cuerpo que los cables eléctricos.

Tengo una tele a los pies de la cama.
Si es de pantalla plana, irradia poco. En cambio, un televisor de tubo catódico emite radiación ¡hasta cuatro metros! Sobre todo hacia atrás, y atravesando muros. Una vez detecté que el malestar de una persona provenía del trasero del televisor de su vecino…
Cámbialo por un teatro de marionetas. O por un libro, siempre y cuando no sea electrónico, que esos también radian lo suyo. Y si tu mujer tiene un vibrador, te recomiendo que no lo use tampoco. Una vez detecté que el malestar de una persona provenía del trasero del vecino, que se quedaba en pelotas de espaldas a la ventana mientras su mujer usaba el vibrador.

¿Y qué hago con mi teléfono móvil?
¡Fuera del dormitorio, por supuesto! Sus microondas agitan tus células. Hoy sabemos que hablar con el móvil pegado al cráneo durante más de diez años… ¡duplica las posibilidades de desarrollar un tumor cerebral!
¡Fuera del dormitorio, por supuesto! Ha habido un montón de asociaciones de usuarios reivindicando que el móvil les producía cáncer, y los estudios científicos que muestran que no se puede establecer una relación directa entre las dos cosas no se han publicitado tanto por la tele, así que no pueden ser verdad. Si lo dice la tele es cierto.

Pues yo llevo así algo más de diez años. Y, por trabajo, ¡necesito seguir usándolo!
Bien: aleja el móvil de tu cabeza. A más distancia, menos la irradiarás. Es fácil: ¡usa unos auriculares manos libres ambulantes!
Haz lo que hace todo el mundo: cuando estés usando el móvil, en vez de hablar, grita. Pero esta vez grita un poco más fuerte y sin descolgar siquiera el móvil, hasta que la persona con la que vayas a hablar te pueda oir sin necesidad de aparatejos de por medio.

En cuanto salga de aquí. ¿Qué otras perturbaciones me aconseja evitar?
Nuestros hogares son nidos de contaminación electromagnética y química. Deja que entre luz solar y aire, usa mobiliario de madera, usa pinturas ecológicas y destierra ambientadores, suavizantes, lejías y detergentes sintéticos. Si lavas la ropa con bicarbonato ¡te quedará lo bastante bien! Y vigila tus productos de limpieza: que sean de química dulce, no tóxica.
Vete a una cueva en un sitio muy, muy alejado de la civilización y empieza a llevar una vida de ermitaño. O simplemente no te preocupes y haz vida normal como hasta hoy. Los efectos sobre la salud vienen a ser iguales. Claro, una casa ventilada y bien iluminada siempre ayudan, y además dan color y alegría a tu hogar.

Lo que no haré es vivir a la luz de velas.
No, pero libera tu zona de descanso de contaminación electromagnética. Y al llegar a casa, camina descalzo: durante el día caminamos sobre suela aislante y trabajamos en edificios aislados enfermos, así que nos conviene descargarnos.
Pues no, porque como recurso romántico es muy bonito, pero  de contínuo pierde efectividad. Además, si un día quieres echarte una partida a la play con los colegas, igual te miran un poco raro si tratas de enchufarla a la chimenea en vez de a la toma de corriente. Y hablando de eso, ¿Te has planteado comprarte un horno de leña para la cocina? Porque los microondas son malísimos... ¡"Micro-" y "-ondas"! ¿De qué llevamos toda la entrevista hablando?

Deme un último consejo revitalizante.
En un frasco haz germinar semillas de alfalfa y consume ese germinado: es muy digestivo y concentra nutrientes que regeneran tus tejidos y protegen tu salud.
Come sano. En serio, olvídate de todas estas patanadas que te acabo de contar. Haz lo que te diría cualquier médico de verdad: dieta mediterránea, reduce el consumo de grasas saturadas y haz deporte al menos tres veces por semana. Pero no te olvides de pagarme el triple de lo que pagarías a un médico titulado por estos consejos obvios.
[1] Nada que ver con la marca de juguetes, lamento desilusionaros.
[2] Lo curioso es que, en este caso, la frase original y mi traducción ofrecen exactamente el mismo número de argumentos científicos como respuesta. Solo que la mía es más corta.

2 comentarios :

Cattz dijo...

Yo creo que esta gente se cree las chorradas que sueltan...

Interloper dijo...

Creo que sí, que tienen que creérselo. De lo contrario sería imposible que se aguantasen la risa durante las entrevistas...