Queridas tiendas de ropa...

O yo soy deforme o las referencias que tenéis están distorsionadas, porque no es normal que para una misma talla un pantalón me quede como un saco de patatas y el siguiente no sea capaz de hacerlo subir del gemelo.

O demasiadas horas delante del PC me han dañado las retinas o este año todas las colecciones son en tres colores: Blanco, negro y gris [1]. Apenas hay ropa de cualquier otro color, y la que hay tiene unos diseños que dan ganas de sacarse los ojos.

O he entrado varias veces a la misma tienda o las colecciones masculinas de H&M, Zara, Lefties, Pull & Bear y Springfield son casi idénticas. Este año lo que toca es el jersey de punto gordo con cuello enorme semiamorfo.

O me he vuelto un sociópata o en las entrevistas de trabajo de los dependientes de estas tiendas buscan a los más ariscos y gilipollas. Están a lo suyo,
charlando con sus compañeros, te miran con cara de asco si les interrumpes para preguntarles por una prenda, y no ordenan las que hay en la tienda ni aunque les vaya la vida en ello [2].


Y una última reflexión... Si vas a comprar ropa llevando chaqueta, sudadera y mochila, ir tú solo es un incordio. En resumen, la próxima vez que quiera ampliar un poco mi fondo de armario me busco un sastre que me lo haga a medida y en casa.

[1] Si alguien os dice que hay más, es que está considerando varios tonos de gris como colores diferentes.
[2] O lo que me preocupa más... Lo ordenan y lo dejan como lo encontramos nosotros.