En junio de 2008 entregué mi proyecto fin de carrera junto a dos grandísimos amigos, y conseguimos la Matrícula de Honor. Llegado el momento de elegir el camino a seguir, yo continué en la universidad, y empecé un máster.
Entré en un proyecto de aspecto muy prometedor, e ilusionado me puse a trabajar en ello. En septiembre estuve en un curso en Ámsterdam, y a finales de octubre me marché a Lausanne durante varios meses. Ya allí, el proyecto empezó poco a poco a torcerse. Nos dimos cuenta de que lo que perseguíamos era casi imposible de conseguir con el entorno de trabajo que utilizábamos. Una empresa con la que trabajábamos, al consultarles, nos dijeron que lo que tratábamos de conseguir es la idea más antiintuitiva para ese procesador, y estarían sorprendidos si lográsemos algún resultado [1]. Pero cuando le transmitimos esto a nuestro director, la respuesta simplemente fue "Bueno, vosotros seguid intentándolo."
Y seguimos. Pero lo reconozco, la motivación se escapaba a pasos agigantados a medida que, día tras día, no solo no lográbamos avanzar nada, sino que descubríamos que cosas que se suponían ya bien hechas iban mostrando severas grietas que invalidaban todos los resultados anteriores. Llegado el momento, mi director me remitió una tésis doctoral en italiano en la cual se basaba el código que se resquebrajaba frente a mis ojos, y me dió un "ahí te las apañes para arreglar esto".
Al volver a España, me encontré desbordado por las asignaturas del máster. Las fui sacando, todas menos dos, que quedaron para septiembre. Una de ellas la saqué en bastantes buenas condiciones (y me abrió los ojos al mundo del procesamiento digital de señal), pero la otra, en la que los profesores habían optado por la técnica del "no vamos a explicar nada, os váis a encargar vosotros de todo, pero nosotros vamos a seguir cobrando nuestro sueldo igual" me acabó cansando tanto que acabé abandonándola.
A mediados de junio, y a la vista de que no tenía absolutamente nada que presentar en mi proyecto, y que todo seguía en un estado terrible, mi director me dijo que descartase todo lo hecho hasta el momento, que me olvidase del trabajo realizado [2] y empezase a hacer otra cosa "para tener algo que presentar en septiembre. No me gusta porque es un trabajo que no tiene ningún tipo de continuidad más adelante, pero algo habrá que presentar.".
Y en esas empecé el verano de 2009. Después de ir a presentar un artículo a un congreso en Irlanda, me encontré a mediados de julio con una asignatura para septiembre, un proyecto que empezar de cero, y pocas o ninguna gana...
Mi padre, que me conoce muy bien, supo mucho antes que yo que había abandonado el proyecto. Recuerdo el día que tomé la decisión (o más bien, descubrí que esa decisión ya estaba tomada) y se lo dije. Su respuesta fue algo así como "Si ya lo sabía yo... Se veía de lejos que ya no le hacías ni remotamente el mismo caso que al principio, no me sorprende en absoluto.". A pesar de todo, conté con el apoyo incondicional de mis padres, escogiese lo que escogiese hacer.
Terminado el verano, empecé a echar currículums, y mientras no me llamaban de ningún sitio, me fui buscando otro proyecto. Volví a uno de mis directores de proyecto fin de carrera, con quien tan bien me había ido un año antes, y hablamos de la posibilidad de retomar ese proyecto y continuarlo. Nos pusismos a ello, y un mes después de empezar, me llamó a su despacho para hablar.
"Por más vueltas que le he dado, no veo que el proyecto que hicimos de fin de carrera se pueda extender tanto como para justificar un proyecto fin de máster. Qué te parecería ponerte a trabajar con estas otras herramientas en un proyecto sobre esta otra temática?"
Conocía las herramientas, conocía la temática, y era interesante. A principios de noviembre me puse a desarrollar en esa herramienta, y a mediados de diciembre apareció en un congreso un trabajo muy prometedor en la línea de nuestro trabajo que llamó la atención de mi director. Nos habló de él a un compañero y a mí, y los dos decidimos que nos pondríamos a trabajar en dos ámbitos distintos relacionados con ello. Empecé a trabajar en una sección bastante ardua que me llevó desde finales de enero hasta la vuelta de Semana Santa. Finalmente, cuando se lo enseñé a mi director, me dijo "Excelente, pásaselo a tu compañero, que es él quien trabajará con ello... Tú vuelve al modelo del que partiste para seguir con lo que va a ser el núcleo de tu proyecto de máster.".
Con el fin de evitar la sensación de haber trabajado para nada (otra vez), busqué las maneras de hacer que todo ese trabajo tuviese cabida dentro de mi proyecto, y la encontré. No fue la principal, pero por lo menos podía reclamar justamente ese trabajo como mío. Ya casi con el tiempo encima (dos meses escasos hasta la fecha de entrega), me puse a teclear código, a probar alternativas, hasta caer rendido.
A todo esto, me tentaron desde otra universidad ofreciéndome un proyecto en el que participar, en el que desde el primer día me dejaron claro lo que esperaban de mí y me dejaron que yo mismo estableciese mis planificaciones de tiempo [3]. Y me dijeron claramente que si quería ponerme a trabajar, de momento no podían ofrecerme financiación, pero se buscaría. Hoy por hoy estoy a la espera de la resolución de becas ministeriales, pero las perspectivas no son malas.
Volviendo al proyecto de máster, el último mes y medio fue casi de infarto. Los resultados no parecían encajar, hice centenares de pruebas y me pegué de cabezazos una y otra vez contra el cluster sobre el que ejecutaba mis pruebas. Pero finalmente, encontramos la forma de hacerlo, seleccionamos los resultados más prometedores que habíamos obtenido, y lo puse todo por escrito. Durante cerca de un mes, no hice otra cosa (excepto una dulce escapada de un día) que no fuese sentarme delante del procesador de textos a dejar constancia de un año entero de trabajo.
Hoy, a las diez de la mañana, he entregado mis cuatro copias encuadernadas y una en versión digital en .pdf en la secretaría del departamento. A falta de defender mi trabajo ante un tribunal, he cerrado por fin un nuevo ciclo, y por fin puedo dedicar mis esfuerzos académicos a una meta única, en cuyo camino ya estoy inmerso desde hace unos cuantos meses.
Menudo lastre me he quitado de encima.
[1] La frase original reza: "[...] while intuitively this concept seems so alien to the SPARC that we would be very surprised if you will manage to gain anything at all."
[2] Realmente de todo, todo, no. Solo de la parte inicial, que funcionaba bien, y de la final, que no había avanzado nada. La parte intermedia, la que hacía aguas por todas partes, esa tenía que conservarla.
[3] No iba a cometer el fallo de dejar las planificaciones en manos de un director que no miraba por mi interés para descubrir, tiempo después, que había planificado mis primeros resultados a los 18 meses de proyecto... Sin tener en cuenta que yo necesitaba unos resultados a los 8 ó 12 meses, para presentar proyecto en junio o septiembre.
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
3 comentarios :
Bueno, que decirte, que enhorabuena y que adelante, me alegro de que el cambio de universidad haya hecho eso q tanto necesitabas, darte ese estimulo extra para seguir dandole caña.
Ojala los sueños se cumplan dicen las canciones, y yo me sentiria totalmente agraciado si en nuestro caso se cumplen (sobre todo por Stone'n G y lo de ser ricos y eso, ya sabes).
Dicho esto, gran post, y recalco, enhorabuena por un esfuerzo, nadie dijo que sería facil, solo que valdria la pena ;)
Posts como estos me reafirman en dos cosas que ya sabía:
1) Eres un máquina.
2) Hice bien huyendo despavorido de la Universidad.
Enhorabuena, y a seguir adelante.
Larteas: Gracias! Ya nos tomaremos algo para celebrarlo ;) Y por supuesto, sabes que Stone'n G es un proyecto que, antes o después, sucederá! Como lo de hacernos millonarios. Veo que por precaución no has mencionado nuestro plan de dominar el mundo, haces bien porque... oops! xD Lo dicho, uno de estos días te llamo a ver :P
Er-Murazor: Oh, de máquina nada... Solo soy extremadamente testarudo. Y dije que este máster lo sacaba por mis santas narices!
Sobre haber huído de la universidad... En el fondo, la moraleja de toda mi historia viene a ser "No dejes que te mamoneen", pero es aplicable a cualquier contexto, mi historia solo ha sido un ejemplo aplicado!
Publicar un comentario