Papel de segunda mano

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Ayer estuve visitando con Zor la Feria del libro antiguo y de ocasión de Madrid, en el Paseo de Recoletos. Aunque la tarde empezó lloviendo, al cabo de un rato pudimos empezar a asomarnos a los puestos para ver qué ofrecían. Según la web de la feria, poco más de cuarenta libreros han concurrido en este evento. Nos llevó casi tres horas recorrer todos los puestos, mirando con mayor o menor detenimiento lo que allí se presentaba. Todo depende, claro, del tipo de libros que ofreciese cada uno, y de lo que nosotros íbamos buscando. El camino de vuelta, una vez cerraron los puestos, no nos llevó ni diez minutos.

Además, aproveché la visita y me hice con "De la Tierra a la Luna" de Verne (esa misma mañana había estado pensando que quería releerme algo de este autor, y encontrar el libro de la misma colección que mis "Leyendas y Narraciones" de Bequer y a buen precio hizo el resto), "Sobre Héroes y Tumbas" de Ernesto Sábato (libro que un compañero mío me presentó como la mejor novela que se había leído en toda su vida... Ahora podré comprobar si realmente es buena o es que hasta el momento solo había leído el Marca) y "Pórtico" de Frederik Pohl (en la edición de Ultramar, aunque descubrí un poco más tarde que la encuadernación está bastante machacada, por lo que un día de estos me pondré a hacer algo de bricomanía). Me quedé con ganas de comprarme alguno más, y de hecho llegué a tener alguna cosa de Heinlein en las manos y listo para pagar, pero al final me arrepentí. Que bastantes cosas tengo pendientes de momento como para añadir más solo porque la feria esté ahí.

Me gusta vagar por entre colecciones de libros así, coger los libros, ojearlos, pasar hojas mientras decido si comprarlo o no, o hacer chistes con ellos (encontramos unos ejemplares de Iker Jimenez para una colección de parapsicología la mar de interesantes graciosos), y disfruto pasando las horas así, pero en esta feria todos los puestos compartían un denominador común que no me gustó en absoluto: estaba todo manga por hombro.

En cada puesto parecía que había llegado un camión cargado de libros (muchas veces los mismos en gran cantidad... empiezo a pensar que la teoría de Zor sobre el almacén secreto lleno de palés es cierta) y que los hubiesen descargado sobre los mostradores a palazos. Luego, cuando el expositor hubiese estado lo suficientemente lleno, los habían colocado rectos, pero en el mismo sitio donde habían ido cayendo, y ahí se habían quedado. No había ningún tipo de organización, ni por autor, ni por género, ni por... ni por nada. Bienvenidos eran los puestos que intentaban poner un poco de orden con unos cartelitos indicando a qué género correspondían los libros que había justo delante. Pero claro, luego te encontrabas con cosas como "Fundación e Imperio" clasificado en Novela Negra y Policiaca, y te planteabas seriamente que esos indicadores sirviesen para algo. Que digo yo que no cuesta tanto mirar un poco en internet de qué pie cojea cada libro, y organizarlo un poco mejor... Seguro que hasta vendes mucho más!

Pero bueno, con todo y con eso, la verdad es que salí bastante contento de allí, con mis tres libros debajo del brazo, y con muchas ganas de que llegue la Feria del Libro para dejarme caer ya no por cincuenta, sino por un par de centenares de puestos, a la caza de alguna oferta interesante... Lo que no sé es, si en la Feria del año pasado el gran protagonista fue Millenium... ¿A quién le tocará este año?

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