La Guía del autoestopista galáctico tiene varias cosas que decir respecto a las toallas.
Dice que una toalla es el objeto de mayor utilidad que puede poseer un autoestopista interestelar. En parte, tiene un gran valor práctico: uno puede envolverse en ella para calentarse mientras viaja por las lunas frías de jaglan Beta; se puede tumbar uno en ella en las refulgentes playas de arena marmórea de Santraginus V, mientras aspira los vapores del mar embriagador; se puede uno tapar con ella mientras duerme bajo las estrellas que arrojan un brillo tan purpúreo sobre el desierto de Kakrafun; se puede usar como vela en una balsa diminuta para navegar por el profundo y lento río Moth; mojada, se puede emplear en la lucha cuerpo a cuerpo; envuelta alrededor de la cabeza, sirve para protegerse de las emanaciones nocivas o para evitar la mirada de la Voraz Bestia Bugblatter de Traal (animal sorprendentemente estúpido, supone que si uno no puede verlo, él tampoco lo ve a uno; es tonto como un cepillo, pero voraz, muy voraz); se puede agitar la toalla en situaciones de peligro como señal de emergencia, y, por supuesto, se puede secar uno con ella si es que aún está lo suficientemente limpia.
Y lo que es más importante: una toalla tiene un enorme valor psicológico. Por alguna razón, si un estraj (estraj: no autoestopista) descubre que un autoestopista lleva su toalla consigo, automáticamente supondrá que también está en posesión de cepillo de dientes, toallita para lavarse la cara, jabón, lata de galletas, frasca, brújula, mapa, rollo de cordel, rociador contra los mosquitos, ropa de lluvia, traje espacial, etc. Además, el estraj prestará con mucho gusto al autoestopista cualquiera de dichos artículos o una docena más que el autoestopista haya «perdido» por accidente. Lo que el estraj pensará, es que cualquier hombre que haga autoestop a todo lo largo y ancho de la galaxia, pasando calamidades, divirtiéndose en los barrios bajos, luchando contra adversidades tremendas, saliendo sano y salvo de todo ello, y sabiendo todavía dónde está su toalla, es sin duda un hombre a tener en cuenta.
"La Guía del Autoestopista Galáctico", de Douglas Adams
Como cada año desde 2001, mañana 25 de mayo es el Día de la Toalla, en honor a la obra de Douglas Adams, autor de "La Guía del Autoestopista Galáctico", una trilogía en cinco partes.
Tuve la oportunidad de ver la adaptación cinematográfica gracias a, creo recordar, la recomendación de Larteas, que me convenció para tragarme la película entera poniéndome brevemente la escena de la ballena blanca. Un par de años más tarde, en mi viaje a Londres, encontré en un mercadillo de libros de segunda mano una reciente edición de la novela que, por supuesto, me compré. Cuatro días después, el mismo día que llegaba de vuelta a Madrid, me lo había terminado.
Es un libro muy divertido, ágil y de humor entre tontorrón e inteligente... Suelo pensar en él como un Mundodisco con naves espaciales. Arthur Dent, el protagonista, es un pobre cualquiera al que los acontecimientos siempre se le quedan demasiado grandes para él, que lo único que quiere es vivir a gusto en su casa, sin complicaciones. Ford Prefect, por su parte, parece saber siempre qué hacer, a dónde ir... Aunque tiene tan poca idea o menos que Arthur. Siempre se lanza a hacer las cosas con una convicción que solo puede darte el tener dominadas todas las variables, o ser un total ignorante de las consecuencias de tus actos. Adivinen ustedes a qué grupo pertenece realmente.
La verdad es que aunque no he tenido ocasión todavía de leerme los cuatro libros restantes (no cuento el sexto libro, "And another thing..." de Eoin Colfer, que apareció publicado hace no demasiado, porque por lo que he leído en todas partes, no merece absolutamente nada la pena), es una de las muchas asignaturas pendientes que tengo, ya que "La Guía del Autoestopista Galáctico" es, para mí, una lectura prácticamente obligatoria.
De modo que mañana no olvidéis llevar vuestra toalla. Quién sabe para qué la podréis necesitar...
6 comentarios :
Una pregunta. ¿Cuales son los demás libros de la colección? ya que yo me leí la guía del autoestopista galáctico pero desconocía que tuviera continuación.
Saludos.
Finn: Pues sí, tiene cuatro continuaciones más... Son, en este orden, las siguientes:
- El restaurante del fin del mundo
- La vida, el universo y todo lo demás
- Hasta luego, y gracias por el pescado
- Informe sobre la Tierra: fundamentalmente inofensiva
Thanks!
Ya localicé el 1º de la lista en filología, ahora a por el :P
Deberíais pedirlos para la biblioteca de la FdI, que para algo tenemos una colección de Sci/Fi, coñe!
Que gustándote estas cosas no hayas leido Diarios de las Estrellas ni Ciberiada, de Stanislaw Lem, tiene delito...
Los tengo apuntados, pero la lista crece demasiado rápido!! xD
Publicar un comentario