Todo bajo control

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Pues a mí no me pilló la huelga el desplante de los controladores por los pelos. Mi vuelo era el primero de la mañana y se ve que a esas horas todavía no habían vuelto de tomarse su café por la mañana, ese que debió ponerles la tripa mal a todos. Y claro, mi vuelo salió y llegó a tiempo, pero los demás debieron quedarse todos en tierra.

De todo lo que se ha hablado con respecto a esta historia, a las formas en que han llevado a cabo (ahora y durante años) sus reivindicaciones, a la situación que se ha ocasionado y a las reacciones que han provocado yo me quedo con el tweet de @anotado

En el mismo instante en que dejaron de interesaros mis derechos dejaron de interesarme a mí vuestras reivindicaciones.
Las condiciones laborales de los controladores podrían estar siendo deterioradas sistemáticamente y podrían llevar toda la razón en sus reivindicaciones, no entraré en eso porque no estoy bien informado de la situación (y como todo, aquí cada cual cuenta su verdad, la más conveniente a sus intereses, y ni siquiera todos los controladores opinan lo mismo), pero tengo claro que en el momento en que deciden saltarse las reglas del juego, automáticamente pierden la razón (ojo, no digo que el bando contrario la gane, sino que ellos la pierden) y su protesta deja de ser válida. Como si estás debatiendo con alguien y para defender tu postura le abofeteas, automáticamente has perdido la discusión. Que viene a ser lo que ha sucedido aquí. Los controladores han conseguido poner a toda la opinión pública en su contra a  base de dejarles sin vacaciones, sin visitas a sus familias, sin reuniones de trabajo, o sin órganos para transplantar.

Y una vez los controladores han picado el cebo el Gobierno (no el presidente, que sigue totalmente Missing in Combat... igual se quedó atrapado en alguna isla como Rajoy y tampoco tenía toda la información, claro) empieza a recoger el carrete, saca a los militares, impone penas de cárcel a los que falten al trabajo (medida a la cual me opongo, pero no así a un despido procedente) sin causa justificada y no solo queda como el héroe del día que ha salvado la situación en menos de 48 horas respondiendo al envite con un órdago a grande (a ver quién tenía los cojones más grandes, digo) y ya de paso se da la casualidad de que todo el revuelo de las filtraciones de WikiLeaks sobre la Ley Sinde quedan totalmente eclipsadas y a absolutamente nadie le importa el tema. 

Ahora bien, a la gente de El País no se les puede acusar en absoluto de mentir... ¿O acaso ya no recordáis las declaraciones en las que decían que publicarían toda esa información a tiempo?

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