El primero de estos seis tomos, The Gathering Storm, recoge los acontecimientos desde el final de la Primera Guerra Mundial hasta los sucesos del 10 de mayo de 1940, fecha en que el rey Jorge VI otorga los poderes de Primer Ministro a Churchill. No es para nada una lectura ligera, más bien todo lo contrario. Se trata de una exhaustiva reconstrucción de todo lo que sucedió durante ese intervalo de tiempo, una recopilación de correspondencias, discursos y debates que fueron teniendo lugar, siempre desde el punto de vista de Churchill, que durante los compases iniciales de la guerra ocupó el cargo de Primer Lord del Almirantazgo. Esto provoca que la información referente a los movimientos, comunicaciones y alternativas militares de la Marina sea extremadamente detallada (incluídas un par de reconstrucciones de batallas navales) mientras que otros campos, como los movimientos del Ejército de Tierra en el escenario de la guerra en Noruega, sean mencionados bastante más de pasada.
Pero principalmente, y por encima de todo, The Gathering Storm es un enorme os lo dije de 800 páginas. Es innegable que Winston Churchill identificó desde los primeros compases la amenaza que suponía Alemania bajo el mandato de Hitler y realizó un gran esfuerzo por hacer que esas opiniones calasen en la Cámara de los Lores, que paso a paso iba desaprovechando las oportunidades (como recogía el texto que copié ya por aquí) que surgían de neutralizar la amenaza nazi sin grandes derramamientos de sangre. Por supuesto Churchill hace muchas afirmaciones que es necesario coger con pinzas, ya que no se trata de un texto imparcial. Además, debido a los años en que está escrito, la cantidad de material clasificado de todos los frentes era tan extensa que muchos de los datos a los que tienen hoy acceso los historiadores eran por aquel entonces totalmente inaccesibles.
Sin embargo el valor de The Gathering Storm para entender la sucesión de acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial y la forma de pensar de uno de sus principales actores es innegable. No comparto el posicionamiento político de Churchill, me desagradó mucho el trozo de capítulo que dedica a la Guerra Civil Española (en la cual se posicionaba a título personal a favor del bando Nacional porque el Republicano era para él una banda de asesinos comunistas y anarquistas que trataban de sembrar el caos en el país mientras que Franco pretendía restablecer la normalidad) pero reconozco el genio de este hombre. ¡Yo quiero un político como él en el gobierno!
No hay comentarios :
Publicar un comentario