Leía el otro día unas cuantas críticas de la ópera prima de Patrick Rothfuss y me di cuenta de que yo todavía no la había reseñado por aquí a pesar de haber ido dejando mi opinión en aNobii y las cajas de comentarios de algún blog. Así pues me dispongo a enmendar esa situación a través de estas líneas.
Las expectativas son siempre algo muy importante cuando se lee un libro o se ve una película. Me ha pasado muchas veces que algo que la gente exaltaba y ponía por las nubes a mí me ha parecido regular tirando a malo (por ejemplo Moon) mientras que libros o películas que no me sonaban de nada, aun a sabiendas de que eran malas, me hicieron pasar un buen rato (como Slam, verdad Larteas?). De El Nombre del Viento me habían hablado maravillas, se lo comparaba con las obras de Tolkien, LeGuin o R.R. Martin y la gente decía que era la mejor fantasía épica que había leído en los últimos años. Adivinad con cuál de las dos situaciones anteriormente descritas me encontré esta vez.
El Nombre del Viento está contado en primera persona, a modo de transcripción directa de la narración que el protagonista, Kvothe, le hace a su cronista. Este primer volumen (sí, las "Crónicas del Asesino de Reyes" está de raiz pensado como una trilogía: Ole la modestia del autor) cuenta los primeros pasos en el mundo del que será considerado un héroe legendario [1]. Presenta sus raíces, sus inicios difíciles y cómo gracias a su espléndida inteligencia, predisposición, astucia, habilidad y suerte va, paso a paso, saliendo adelante en una vida que se empeña en ponerle zancadillas.
Es decir, que se ajusta a pies juntillas al estereotipo de este tipo de novelas de fantasía.
El libro es, sobre todo, largo. No tanto por el número de páginas (700, lo que lo coloca en el grupo de libros de tamaño intermedio tirando a largo) sino porque el ritmo narrativo provoca que se haga eterno. Mucha gente dice "Las primeras páginas son infumables, pero luego te atrapa y no puedes dejar de leer". Para mí, nada más lejos de la realidad. La sensación que me dejó es que a Rothfuss le dijeron "Machote, 700 páginas o no ves un duro" y el pobre hombre, con su relato de 250 en la mano, tuvo que empezar a meter paja por todas partes hasta que lo hinchó lo suficiente. Innumerables idas y venidas de un lado a otro sin que llegue a pasar nada especialmente reseñable, una historia de amor que hace aguas por todas partes (en serio, mucho dominio de la espada, pero este chico necesita espabilar un poco con las mujeres, eh?[2]), una aparición mitológica que no pinta absolutamente nada ahí en medio, y de repente cuando la cosa empieza a animarse un poco, Kvothe le dice al cronista "Anda! Tú has visto qué hora es? Venga, mañana te cuento más!" y se acaba el libro. Y tú te quedas con cara de tonto pensando que te has gastado 12 euros en una introducción de 700 páginas y que si quieres poder enterarte de algo que realmente pueda tener interés tendrás que dejarte otro tanto un par de veces...
No es la primera vez que veo un escritor principiante que en vez de empezar con un libro autoconcluyente decide que él es tan bueno que podrá con toda una trilogía. Recuerdo así la trilogía de Aquasilva de Anselm Audley, a quien también vendían como un debutante genial, un fuera de serie... Y acabó siendo un total fiasco. Me parece que escribir una historia atractiva, que enganche y sepa mantener la intensidad narrativa todo el tiempo es muy complicado, requiere un cierto grado de experiencia y tener un estilo propio ya completamente definido. El Nombre del Viento me ha dado toda la sensación de ser una empresa demasiado grande, una apuesta excesivamente ambiciosa, para alguien que todavía no ha terminado de asentar sus propios cimientos. Y cuando los cimientos no son firmes, la estructura entera se tambalea... Veremos en qué estado llegan las desventuras de Kvothe para cuando aparezca el tercer volumen.
[1] Aunque Kvothe no le duraría ni medio asalto a Drizzt Do'Urden.
[2] Y además tiene que estar más salido que el pico de una plancha o tener un criterio nulo, porque es imposible que TODAS las mujeres de la historia sean supermodelos, y por las descripciones realmente lo parecen...
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
No hay comentarios :
Publicar un comentario