Física cuántica para gente corriente (y de culos)

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La física cuántica es complicada. Habla de cosas que son, no son, y a la vez lo son y no. Ondas que no pueden ser partículas, partículas que no pueden ser ondas, y combinaciones imposibles. Información que, si miras, es distinta a si no lo haces. Como El Chico Invisible de Mystery Men, que solo puede hacerse invisible cuando nadie (ni siquiera él mismo) lo está mirando.

Para que el ciudadano de a pie pudiese enterarse de algo, ha habido más de uno y dos científicos que han tratado de explicar estos acontecimientos con ejemplos "de andar por casa". Pero claro, eran super eruditos, no gente normal (seguro que eran tíos raros que si veían la tele era solo para sintonizar el programa de Punset), y sus aproximaciones no eran del todo comprensibles para el pueblo (que es mucho más de programación de calidad, como La Noria o La Escobilla Nacional). Pero para eso está aquí servidor, decidido a dar un enfoque mucho más humano a toda esta historia, de modo que cualquiera pueda llegar al bar de la esquina y presentar argumentos mucho más científicos al debate sobre si lo de Cristiano Ronaldo fue tarjeta o no.

Hoy revisaremos el clásico ejemplo del Gato de Schrödinger. Para los que no tengan claro de qué va la cosa, copy-pasteo de la wikipedia:

Schrödinger nos propone un sistema formado por una caja cerrada y opaca que contiene un gato, una botella de gas venenoso, una partícularadiactiva con un 50% de probabilidades de desintegrarse en un tiempo dado y un dispositivo tal que, si la partícula se desintegra, se rompe la botella y el gato muere.
Al depender todo el sistema del estado final de un único átomo que actúa según las leyes de la mecánica cuántica, tanto la partícula como la vida del gato estarán sometidos a ellas. De acuerdo a dichas leyes, el sistema gato-dispositivo no puede separarse en sus componentes originales (gato y dispositivo) a menos que se haga una medición sobre el sistema. El sistema gato-dispositivo está en un entrelazamiento,Verschränkung, en alemán originalmente. 
Siguiendo la interpretación de Copenhague, mientras no abramos la caja, el sistema, descrito por una función de onda, tiene aspectos de un gato vivo y aspectos de un gato muerto, por tanto, sólo podemos predicar sobre la potencialidad del estado final del gato y nada del propio gato. En el momento en que abramos la caja, la sola acción de observar modifica el estado del sistema tal que ahora observamos un gato vivo o un gato muerto. Esto se debe a una propiedad física llamada superposición cuántica que explica que el comportamiento de las partículas a nivel subatómico no puede ser determinado por una regla estricta que defina su función de onda. La física cuántica postula que la pregunta sobre la vida del gato sólo puede responderse probabilísticamente.
Vale, ya estamos ubicados? Gatos que no maúllan, cajas aisladas del mundo... Bueno, veamos una explicación más terrenal. La he bautizado como El Experimento del Culo de Interloper. No que el experimento sea sobre mi culo, sino que el experimento del culo es invención mia. Aclarado esto, vamos a ello:

Supongamos una mujer andando por la calle, una mujer normal. Ni modelo de Victoria's Secret, ni una a la que quisiesen devolver al mar cuando se la encontrasen varada en la playa. La mujer va vestida con un vaquero ajustado, o un vestido que le marca bien la figura. Ella anda, despreocupadamente, mirando hacia el frente. Y detrás de ella camina un hombre.

Al tratarse ella de una mujer con un físico normal, existe una posibilidad del 50% de que el hombre que camina tras ella esté mirándole el culo (hay gente que hace esas cosas, aunque yo no conozco ninguno). La mujer, al ir mirando hacia delante, no puede saber si él se lo está mirando o no. La única forma en la que puede comprobarlo es dándose la vuelta y mirando al hombre a la cara. Ésto es lo que podríamos identificar como "una medición". Y al hacerlo, está modificando el sistema. Si el hombre estaba mirándole el culo, en el mismo instante en que se aperciba de que ella se está girando, dejará de hacerlo. Y en caso de que estuviese mirando hacia otra parte, sería realmente idiota si dirigiese su mirada en ese momento hacia las nalgas femeninas, por lo que podemos simplificar la situación a que no lo hará.

De ese modo mientras la fémina camine confiada (o desconfiada, pero sin girarse) mirando al frente, la física cuántica postula que la pregunta sobre si el tío le está mirando el culo sólo puede responderse probabilísticamente. O lo que es lo mismo, que estará a la vez mirándole el culo y no.

Espero que este ejemplo os haya aclarado las cosas al respecto de una parte del mundo que no llegamos a ver, manteneos atentos a futuras nuevas explicaciones sobre física cuántica para gente corriente (y de culos).